Yo nunca guardé rebaños

Un día como hoy pero de 1888 nace uno de los mejores poetas bucólicos que llenan mis días con emociones, a este bloggero tierno llena de felicidad el recordarlo.

También en un día como hoy pero de octubre de 1307, la iglesia católica manda asesinar a los caballeros templarios.

¡Feliz fin de semana!

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Yo nunca guardé rebaños,
pero es como si los guardara.
Mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y anda de la mano de las Estaciones
siguiendo y mirando.
Toda la paz de la Naturaleza a solas
viene a sentarse a ni lado.
Pero permanezco triste, como un atardecer
para nuestra imaginación,
cuando refresca en el fondo de la planicie
y se siente que la noche ha entrado
como una mariposa por la ventana.

Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando piensa que ya existe
y las manos cogen flores sin darse cuenta.

Con un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos.

Pensar molesta como andar bajo la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.

No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.

Fernando Pessoa. (Lisboa, 13 de junio de 1888 — Lisboa, 30 de noviembre de 1935)

¿Por qué cantamos?

Por qué cantamos
M. Benedetti

Si cada hora vino con su muerte,
si el tiempo era una cueva de ladrones,
los aires ya no son tan buenos aires,
la vida nada más que un blanco móvil

y usted preguntará por qué cantamos...

Si los nuestros quedaron sin abrazo,
la patria casi muerta de tristeza,
y el corazón del hombre se hizo añicos
antes de que estallara la vergüenza

Usted preguntará por qué cantamos...

Cantamos porque el río está sonando,
y cuando el río suena suena el río.
Cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino.
Cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos.
Si fuimos lejos como un horizonte,
si aquí quedaron árboles y cielo,
si cada noche siempre era una ausencia
y cada despertar un desencuentro

Usted preguntará por qué cantamos...

Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la Vida
y porque no podemos, ni queremos
dejar que la canción se haga cenizas.
Cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto, ni la bronca.
Cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota.
Cantamos porque el Sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo, en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta...


Porque sé que a veces cambio y exploto, sin motivo
Porque sé que soy un neurótico, grosero, quejoso, mitotero y criticón
Porque siempre tienes la calma, en mitad de mis tormentas en vasos de agua
Por tus abrazos, tus caricias, tus manos sobre blanco y negro
Por el cielo soleado de los domingos en Huasca y el olor de tu piel
Por el mar salado, testigo de nuestras sonrisas
Por las historias orientales que velan mi sueño y me acompañan de ti
Por el momento en que te espero en la bici y he bajado la cuesta, das la vuelta y llegas corriendo hacia mi
Por el amor al deporte
Por los accesorios para mi bici de montaña
Por las horas en la cocina y la música de fondo, por la albahaca y el ajo
Por cortar las avellanas para mi Glôgg y calentarme mis vasitos
Por compartir el gusto por el Chianti
Por las duchas juntos, por tus manos con aceite en mi piel
Por llevarme mi toalla, mis cremas, mi pijamita
Por Monteverdi y su canzonette, por Lully, por Mozart y su requiem, por Bach y su elegancia, y su soberbia
Por Scarlatti, Telemann y Corelli
Por la sonata 8 de Beethoven, por Jarousky, por Andreas Scholl interpentando Häendel
Por aprenderte el kv488 para mi
Por la segunda fase del romanticismo, por Chopin
Por compartir conmigo a Mina y a Consoli, por Spektor, Emilie Simon
Por burlarte de Camilo Sesto
Por enseñarme a tocar el piano, por tu misericordiosa paciencia
Por las caminatas en los museos, por esa tarde en el MIDE
Por esa tarde en Tepozotlán, por Manuel de Sumaya
Por los "Aires Mexicanos" y la música novohisana
Por la Mazurca melancólica, por You're eyes on me
Por las sillas juntas en la mesa, por la mímica de los down
Por tus peditos afuera de la habitación, por la forma en que ves a Pixie
Por tus aves, por tus peces, por tu terraza y tus flores, por la forma en que cuidas de todos ellos
Por la forma en que amas a Mishi, a tu madre, a mama Estela, a mi compañera neurótica (tu hermana) y a Vanesa.
Por olvidar el dolor, por salir adelante, por ser un triunfador
Por estar a mi lado
Por sentir
Por las risas viendo las películas mexicanas, por el caminadito prosti de la Lyn May, por "pícala, pícala"
Por robar conmigo en el súper, por entrar al cine sin pagar, por no pagar estacionamiento, por ser un excelente alumno del "ser chingón en la vida"
Porque uno consigue todo lo que quiere y no lo que puede
Por las tardes jugando xbox, por silent hill
Por "Las ventanas del alma"
Por "La casa de las dagas voladoras"
Por "Tout le matins du monde", por Savall
Por "La Tourneuse de Pages" y Shostakóvich
Por "Rue de cascades"
Por la desvelada maratónica de "The green mile"
Por el objetivo de estar en Europa, juntos
Por Storia Della Bellezza, por las ilustraciones de Italia
Por tus tarjetitas y postales
Por los mensajes en mi sandwich y las caritas de Bebehram en ellos
Porque vienes por mi al trabajo, por las horas de espera
Por cuidarme en la enfermedad
Por velar mis sueños
Por cuidar mi salud
Por el otoño y el invierno
Por la primavera y el verano
Por abrazar un arbol
Por el canto del gorrión
Por los kilómetros corriendo a mi lado
Por Howard Gardner
Por Fernando Vallejo
Por Saramago
Por la música barroca y el organo
Por el sonido del clavecín
Por el viento en la cara
Por repudiar la televisión y el deshumanismo
Por el Chamuco y por "no pisar al presidente calderón"
Por amar a los animales
Por la el viento, los ríos y sus piedras lisas, por el verde, por el olor de los pinos y la leña quemada
Porque a veces mi sensibilidad se desborda, y no puedo ya con ella
Por el perdón, por la esperanza, porque te tengo fé
Porque te he encontrado