lunedì, luglio 24, 2006

Un bel dì, Vedremo

Eran más de las cuatro y realmente no quería embriagame, justo el día anterior había bebido tanto que mis recuerdos de lo que pasó eran nulos y ya no aguantaba las botas. Tomé un par de torres y me estacioné en agua, otra vez en electrónico y ni Offer Nissim calmaba mi dolor. Para cuando el imitador cantaba yo me aferraba con fuerza a los brazos de Roxana pidiendo ayuda. Al día siguiente fuí por casablancas y un cd de Callas, para reprimir mi ansiedad, controlar el sufrimiento e intentar estar en paz.

"Un buen día veremos subiendo un rastro de humo, Sobre el distante horizonte del mar. Y entonces el barco aparece y el barco es blanco, entra por el puerto, despliega su saludo. ¿Acaso lo ves? Se aproxima, no bajo a conocerle, permanezco en el borde del monte y aguardo por un largo tiempo pero la espera no se alarga y partiendo de la enorme ciudad un hombre un poco vago, subiendo por el monte. ¿Quién es? ¿Quién es? y mientras llega el clamará mi nombre en la distancia y sin responder permaneceré oculto un tanto para persuadirlo, un tanto para no morir" (M.Butterfly/Puccini)

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