martedì, maggio 20, 2008

Mensajes



A lo largo de la historia el ser humano siempre ha buscado formas de comunicar sus emociones, formas directas donde el uso de miles de lenguas enriquecen el tiempo y el espacio dando forma a los sentimientos; en otras, encontrando en el tacto y en la vista un nicho donde la delicadeza de los sabores y la dulzura de los aromas transmiten un mensaje que, la mayoría de las veces encierra el amor que una persona comparte con otra.

Mensajes que piden perdón, mensajes que dan la bienvenida a un abrazo cálido y confortante, mensajes esperanzadores que en la promesa de una estructura de ingredientes especial y cuidadosamente seleccionados advierten un futuro prometedor, donde la soledad es una quimera que el tiempo disuelve en tanto se integran lenta y plácidamente a nuestro ser.

Mensajes que conducen lágrimas saladas y realzan el sabor de la amargura de un adiós; que no encuentran la originalidad, desinterés ni espontaneidad pero que, ciertamente encierran la hermosura de cualquier obra de arte en forma de códice que solo el comensal decifra y comprende.

Minestrone.

250 grs tocino
250 grs de calabacitas, zanahorias, papas, apio, col, pimiento
2 cdas. aceite de olivo
1 cda. de albahaca seca, perejil, pimienta negra en bola
200 grs. frijol
100 grs. pasta pequeña en tubo
1/4 cebolla morada
3 dientes de ajo finamente picados
1 rama de epazote

Se dejan remojando toda una noche los frijoles y se hierven con el epazote una rodaja grande de cebolla y dos ajos enteros, al día siguiente se hierven a fuego lento hasta que estén listos. Aparte, en una cacerola se vierte el aceite de olivo y se fríe la albahaca, pimienta negra molida (yo la muelo en molcajete para sentir cómo la piedra entra en contacto con ella y poder escuchar el sonido y la esencia que emite al ser molida), se agrega el ajo en trocitos, la cebolla picada y el tocino; cuando el tocino está listo con una palita de madera se mezcla bien y se agrega el jitomate y los vegetales (calabacitas, zanahorias, papas, apio, col, pimiento), se sigue moviendo eventualmente con la palita. Cuando las verduras tienen buen color y sazón agregan los frijoles, litro y medio de agua y la pasta. Se deja hervir a fuego lento hasta tomar el color y aroma requerido.

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martedì, maggio 13, 2008

Posibilidades para soñar



Siempre he admirado y tomado como ejemplos de vida aquellas personas que ante una enfermedad o pérdida de un ser amado luchan hasta el final por su vida y por pasar parte de ésta increíble filosofía a otros seres humanos, para ello hoy quiero escribir de dos mujeres que admiro: Carol Rosenberger y Amelia Haygood.

Carol es una reconocida pianista que nace en 1950 en Detroit, Michigan, desde temprana edad involucrándose en la música estudiando en Estados Unidos con Edward Bredshall, Katja Andy y Webster Aitken; en Paris con la legendaria Nadia Boulanger y en viena con la clavecinísta barroca Eta Harich-Schneider; consiguiendo destacar rápidamente en el medio de la música clásica en América especializándose en Mozart, Schubert y Beethoven.

Alrededor de la década de los 60's Carol sufre un ataque de polio, enfermedad que la devasta emocionalmente determinando abandonar su carrera, es en ésta época conoce a Amelia Haygood, quien llegaría no solo para dar el empuje necesario para recobrar su salud y su carrera, y un legado "a posteriori".

Haygood por su parte, psicóloga y amante de la música nace en Gainesville, Florida el 15 de Julio de 1919, desde pequeña hereda el gusto musical de su padre, creciendo en medio de sonidos de ópera marcando para siempre su gusto musical de las voces que escuchaba en aquel entonces convirtiéndola en una niña con un don, su dominio del idioma francés y su interés por el mundo exterior le valieron la entrada a la Sorbona a la edad de 16 años, desde entonces comenzó a figurar en los diarios locales con su visión global contrastando fuertemente con los sentimientos de insolación que prevalecieron durante la segunda guerra mundial.

Casada con Douglas Haygood, terapísta clínico que la lleva a Cleveland, Ohio donde toma interés por las actividades de su esposo, desarrollando programas para la YMCA simulando las actividades de las mujeres fuera del hogar y alternando con estudios de licenciatura en medicina y psicología clínica, mudándose a California, lugar que sería su último lugar de residencia.

Después de cuatro años en la administración de veteranos donde su trabajo de investigación en cirugías de heridas en espina dorsal y neurocirugía con pacientes pre y post-operatorios, es entonces que fallece su esposo de un ataque cardiaco mientras tocaba el piano. Amelia deja la práctica privada para unirse al departamento del condado de Los Angeles, trabajando con delincuentes juveniles.

Finalmente, es por medio de la ayuda que brinda a un amigo cercano con una enfermedad terminal que cambia por completo el rumbo de su vida y funda Delos en 1979, un sello discográfico dedicado a la difusión de material para dar apoyo a músicos Americanos, suena lógica la elección del nombre si referimos que Delos es la isla que da a luz a Apolo, dios de la música y poesía.

En 1988 sin embargo, Delos atraviesa por severos problemas financieros que la llevan a la banca rota pero Amelia no se da por vencida y en 1995 logra sacarla una vez más y la revista de macroeconomía Forbes la reporta con ganancias netas de más de USD$4 millones abarcando en 1 por ciento del mercado musical clásico en E.U. La marca reportara en adelante ganancias netas de USD$1 millon anuales.

Desde entonces, Delos ocupa un lugar importante en la industria de la música clásica en E.U. pero sobre todo destacando por ser un nicho para nuevos talentos, objetivo que Amelia persiguió desde su creación; en ese entonces lejos estaba de imaginar en lo que ésta se convertiría.

Amelia muere el 19 de Marzo del año pasado a la edad de 87 años luego de una batalla de 12 años contra el cáncer, le sobreviven su amiga y pianista Carol Rosenberger quien ahora ocupa la vicepresidencia de Delos y quien debe a Amelia el haberla impulsado a luchar contra su enfermedad para recuperarse por completo y retomar su exitosa carrera.

Carol pensaba en medio del Polio que le aquejaba que nunca volvería a tocar: "Amelia era la clase de persona que siempre se rodeaba de personas como en una orquesta de cámara y cuya frase favorita era 'Encontraremos un modo'". Lo mismo probó en su vida personal. Después de la muerte de su esposo ambas se mudaron a una casa en Santa Mónica lo suficientemente amplia para el piano de Carol, mismo que utilizaría para grabar su primer Álbum "Rosenberger's Perchance to Dream" bajo el sello de Delos el cual encuentra ideal para masajes y relajación, también, Rosenberger considera que fue el primer álbum de música clásica tranquilizante, especialmente diseñado para niños.

Recibimos las más conmovedoras cartas de personas que lo utilizaron durante cirugías y en situaciones de desahuciamiento, --Dice Rossenberger.- Para mi propia madre cuando estaba convaleciente y poniendo el mismo álbum como música de fondo a Amelia durante sus últimos días. Amelia planeó tan cuidadosamente los CD's que parecieron hechos a la medida para la situación.

Escuchemos ahora a Carol Rosenberger bajo la producción de Amelia Haygood en esta que fuera la ultima pieza que Beethoven compone estando ya sordo y poco tiempo antes de su muerte, para mi en esta él hace un recuento de los momentos más bellos de su vida, pero con mucha, mucha nostalgia.




Amelia Haygood 1920-2007

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domenica, maggio 04, 2008

Puerto Vallarta





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