martedì, gennaio 08, 2008

3 + 8 = 11 = 22 = 33 = 2

Siempre he creído que el amor es la energía que mueve al universo y la única justificación para que este ultimo subsista, a lo largo de mi vida lo he podido comprobar a través del cariño que me dio mi madre y la ternura que me inspira mi hermana, de una infinidad de emociones que mediante mis sentidos hoy por hoy han conformado al hombre en quien me he convertido y del que me siento profundamente orgulloso.

Así mi vida siempre se ha visto acompañada de una multiplicidad de excesos y contrastes que se mantienen en polos distantes, a veces plagándola de luz y otras por el contrario, creando un árido y asfixiante vacío en el aire que lo mismo me lleva concientemente a un estado de sopor y en esa ruta serpenteante me demuestra que todos llevamos a cuestas una historia de dolor; en "La vida secreta de las palabras", Isabel Coixet capta muy bien esto con imágenes, de cómo cicatrices tienden redes invisibles que nos hacen arrastrar las manos hasta encontrar mecanismos de autodefensa y oscuras guaridas para disfrazar nuestros miedos.

Estoy seguro que si el irónico destino nos ha encontrado en infinidad de crueles formas bien vale la pena volver a comenzar, porque es preferible acopiar más cicatrices a vivir sin amor. Que sean esas cicatrices que son testigo fiel de nuestras historias de dolor las que nos unan y me permitan pasar muchos días felices a tu lado.





El señor se llama Berham, 25 años y a su corta edad tiene todo un résume impresionante de diez años en el conservatorio nacional (piano), un Bachelor's en Educación especial (lo cual habla de su calidad humana), es Masón y experto en kabbalah, sabe latín, simbología, numerología y es un ejemplo de tenacidad, empeño y humildad.

Ambos hemos tenido infancias marcadas por relieves y pliegues de dolor, quizá lo más admirable (y a diferencia mía) sea que nunca se "refugió" en ningún tipo de vicio y en cambio su way-out fué su instrumento. Estos días y desde que le conocí he visitado un museo increíble, me he deleitado de su habilidad en la cocina oriental, he disfrutado de un masaje delicioso, convivido con su familia, visto pétalos de rosa en la cama... mi habitación se ha llenado de flores, libros interesantísimos y una música exquisita que la Estética define como Arte; por su originalidad, desinterés y espontaneidad.

Al caer el sol mi cuerpo se ha integrado al suyo haciendo el amor de un modo tántrico donde su energía y la mia se funden en un rayo violeta en todo su esplendor, en su mayor plenitud...no tengo mucho que decir porque las palabras en este momento no me bastan ni las encontraría jamás, solo que recibí el año en un agradable restaurante en la Condesa con él tocando las variaciones de Goldberg para mi, que estoy aprendiendo tanto de él y que sin duda ha llegado para ser un ejemplo de que tengo que ser cada día mejor, que agradezco al GADU que nuestros caminos se hayan encontrado.

Tu es Venus,Venus est, o me felicem, tu mihi corculum, corcule. / Eres venus y venus es tu corazón, mi amor, mi corazón... mi corazoncito!

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