lunedì, luglio 31, 2006
lunedì, luglio 24, 2006
Un bel dì, Vedremo
Eran más de las cuatro y realmente no quería embriagame, justo el día anterior había bebido tanto que mis recuerdos de lo que pasó eran nulos y ya no aguantaba las botas. Tomé un par de torres y me estacioné en agua, otra vez en electrónico y ni Offer Nissim calmaba mi dolor. Para cuando el imitador cantaba yo me aferraba con fuerza a los brazos de Roxana pidiendo ayuda. Al día siguiente fuí por casablancas y un cd de Callas, para reprimir mi ansiedad, controlar el sufrimiento e intentar estar en paz.
"Un buen día veremos subiendo un rastro de humo, Sobre el distante horizonte del mar. Y entonces el barco aparece y el barco es blanco, entra por el puerto, despliega su saludo. ¿Acaso lo ves? Se aproxima, no bajo a conocerle, permanezco en el borde del monte y aguardo por un largo tiempo pero la espera no se alarga y partiendo de la enorme ciudad un hombre un poco vago, subiendo por el monte. ¿Quién es? ¿Quién es? y mientras llega el clamará mi nombre en la distancia y sin responder permaneceré oculto un tanto para persuadirlo, un tanto para no morir" (M.Butterfly/Puccini)
giovedì, luglio 20, 2006
il Ragazzo nella Maglia Verde
Justo cuando Miguel Angel pretendía ser bisexual ligandose a la novia y cheerleader del streaper yo comenzaba a sentirme aburrido, electrónico a veces llega ser un tanto tedioso para mi. ¡Otra vez al baño!, es mi riñón que procesa más rápido que mi corazón y mi instinto de romance, saliendo solo pude ver al niño de chaleco verde, regresé con Miguel, seguí intentando divertirme un rato más hasta que nuevamente lo ví en un círculo como de diez, casi todos sin playera y ahí estaba, el niño del chaleco verde. Me di la vuelta y comencé a bailar hacia él por unos diez minutos hasta que lo seguí al baño pero sin encontrarlo, decidí comprar un trago, siempre me alivianan los tragos, reprimen mi dolor, calman mi angustia y me dan toda la esperanza que un Sábado en Living no. De regreso con mi amigo ahí estaba, solo, justo por donde tenía que abrirme paso entre una multitud de gente solitaria, solitaria como yo; al pasar tan solo soy capáz de rosar su hombro y al llegar a mi sitio de resguardo voltear y ver su carita linda, consternada. Nunca más lo volví a ver.